A diferencia de los cosméticos convencionales, la cosmética natural ofrece una opción más amigable con la salud y el planeta. Prácticamente todo lo que la naturaleza nos ofrece se puede usar para la cosmética natural como son hojas, flores, resinas, tallos, raíces, semillas, hierbas, extractos de plantas a base de agua, aceites vegetales, aceites esenciales, polvos minerales, colorantes de frutas y vegetales.
Estas materias primas combinadas entre sí componen innumerables recetas cuya función es la de humectar, nutrir y proteger. Adicionalmente, tienen propiedades medicinales, astringentes, cosméticas, hidratantes, antisépticas, colorantes, antinflamatorias, cicatrizantes, emolientes y capilares.